Algo Nuevo

El tiempo jugaba a nuestro favor. Faltaban 45 minutos para que comenzara la ceremonia y Aurelia ya estaba lista. Yma, nuestra productora estrella, había salido un rato antes en busca de locaciones para fotografiar. Llegó con fotos de cada espacio que visitó; nos mostró muelles, fachadas, ruinas, salinas y más. El muelle nos cautivó.

Un taxista nos esperaba en el lobby. Aurelia se puso sus zapatos de goma y una bata encima del vestido. Salimos de la habitación con cuidado de no encontrarnos con Daniel, que se arreglaba en el mismo hotel.

Llegamos al muelle en poco tiempo. Luego de 20 minutos de disparos incansables, y solo después de haber exprimido hasta la ultima gota del lugar, dimos por terminada la sesión. Debíamos regresar rápido al hotel, así que con un paso apresurado, marchamos en dirección al carro.

Antes de llegar, dos voces inesperadas surgieron a un lado del camino. No logré escuchar lo que decían. Me detuve mientras hacía un paneo para encontrar a quiénes pertenecían esas voces. Detrás de mí venía Aurelia, sin parar el paso, y riéndose tímidamente, pero con la mirada fija en dos señores locales que estaban sentados en la acera. Ambos la veían con fascinación.

Uno de los hombres se levantó y se acercó a ella, llevaba en su mano una cinta y extendió el brazo hacia Aurelia. Ella se detuvo y le sonrió al hombre.

En ese momento entendí lo que estaba por suceder y TENÍA que documentarlo. La cámara colgaba de mi cuello, pero mis manos estaban ocupadas, pues estaba cargando algún estabilizador del equipo de video. Torpemente tomé la cámara y me dispuse a fotografiar con una sola mano.

Aurelia extendió el brazo y con mucha ternura recibió el obsequio que el hombre le ofrecía. Sin haberlo pedido, y mucho menos imaginado, Aurelia había recibido algo nuevo que la acompañaría el día más soñado de su vida.

Todo sucedió tan rápido que solo tuve chance de hacer dos disparos. Pero antes de irnos, y como gesto de agradecimiento al señor, Aurelia tomó la cinta con ambas manos y la amarró a su cabeza, arruinando lo que quedaba de su peinado. Y así fue como, sonriendo a la cámara, me regaló un tercer disparo y el privilegio de presenciar un gesto muy conmovedor.

9B6A95779B6A95789B6A9579

Por: ISA

Un comentario en “Algo Nuevo

Deja un comentario